El insigne doctor Moragas


La Mutualidad de Futbolistas es el gran legado de un cirujano innovador


XAVIER G. LUQUE

LA VANGUARDIA

BARCELONA

31/03/2023 07:00

Barcelona acaba de perder a un gran hombre, uno de sus personajes de más solera y dignos de perdurable recuerdo”, se escribió. La muerte de Emili Moragas Ramírez hace 75 años, el 1 de abril de 1948, causó un sentido impacto. Considerado el padre de la medicina deportiva en España, el doctor Moragas fue un referente, un innovador y sobre todo un impulsor de la asistencia pública con una obra que ha llegado hasta nuestros días con la inestimable colaboración de sus descendientes.

Nacido en Sabadell el 17 de mayo de 1890, Moragas estuvo al frente de numerosas iniciativas médicas. Su figura aparece en la creación del Hospital General de Sabadell, en la Mútua Sabadellenca d’Accidents del Treball, en la fundación del Sindicato de Médicos de Catalunya y, sobre todo, en la creación de la Mutual Deportiva de Catalunya, una entidad que concentraba sus grandes pasiones: la traumatología, la práctica deportiva y el mutualismo. Tras años de insistencia, en 1930 la Federación Catalana de Fútbol aprobó el proyecto de Moragas, aunque aún pasaron dos años más antes de la inauguración oficial de las instalaciones, situadas en la calle Carril 47 (hoy Via Augusta) de Barcelona. Las crónicas de la época dan fe de la ilusión de un proyecto que veía la luz en un chalet con dispensario, quirófano, radiología, rehabilitación y fisioterapia en la planta baja además de las salas con camas en el primer piso. Los enfermos eran trasladados hasta la sala de descanso en brazos de los enfermeros. En la prensa de la época se explicaban maravillas de la modernidad de la Mutual Deportiva: “Aparatos portátiles Siemens de rayos X, mesa ortopédica de Putti, lámparas de sol artificial Solux, las férulas más modernas, camas con distintos desniveles, aparatos para toda clase de corrientes eléctricas…”

También fue directivo del FC Barcelona y dirigió la expedición americana de 1928

La Mutual estaba sostenida económicamente por la Federación Catalana (que incluía un recargo en cada licencia de jugador) y la colaboración especial del Barcelona y el Espanyol. Los futbolistas de cualquier categoría, desde los más famosos cracks de la época hasta el modesto jugador de Regional, eran atendidos por los especialistas que dirigía el doctor Moragas. Se trataba fundamentalmente de futbolistas, pero pronto se añadieron practicantes de otras especialidades y deportistas del resto de España que acudían a operarse de sus lesiones atraídos por la fama y eficacia de la Mutual catalana.

Moragas había sido además un dirigente destacado del fútbol catalán. Presidió el Centre d’Esports Sabadell de 1923 a 1929 y entró a formar parte de la directiva del FC Barcelona con el presidente Arcadi Balaguer, en 1928. Cuando dejó el club blaugrana fue nombrado socio de mérito y distinguido con la primera insignia de oro y brillantes de la entidad. Se la había ganado a pulso, con actuaciones dignas de recuerdo especial: Moragas fue el delegado blaugrana al frente de la expedición histórica del club que llevó a cabo la primera gran gira por Sudamérica. En agosto de 1928 el Barcelona recorrió los principales terrenos de juego de Argentina y Uruguay, en una gira que reportó importantes beneficios económicos pero dejó también un pobre balance deportivo: apenas una victoria, ante el Boca Júniors, en ocho partidos. A su regreso a Barcelona los jugadores lucían un pequeño emblema en la solapa: “No me hable usted de América”.

Un recuerdo en el Camp Nou

Una escultura de Xavier Modolell, costeada con aportaciones populares, recuerda la figura de Emili Moragas desde 1952, primero en Les Corts y actualmente en el Camp Nou, donde ha tenido varias ubicaciones. En la actualidad se sitúa en la zona del gol Sur, cerca de la puerta 44. Moragas también tuvo un destacado homenaje en vida, con unos partidos amistosos que se organizaron el 12 de octubre de 1944. Un lleno completo en Les Corts permitió así recaudar fondos para la institución médica deportiva y seguir las evoluciones de dos selecciones de futbolistas de la Liga y de dos equipos de veteranos, donde no faltaron los Llorens, Samitier, Sancho, Sastre, Parera, Cros, Planas, Arnau…

En 1939 la Mutual fue clausurada y Moragas tuvo que superar el ineludible proceso de depuración. La gestión mutualista, como explicó otro pionero de la medicina del deporte, el doctor Ramon Balius i Juli, fue centralizada en Madrid hasta que la entidad creada por Moragas logró resurgir como Instituto Médico Deportivo, hoy en día en plena actividad como Mutualidad Catalana de Futbolistas, reconocida como precursora a nivel mundial con el hilo conductor de prestigiosos traumatólogos que siguieron la estela de Moragas, como su hijo Josep Moragas Badia y su nieto, Emili Moragas Donadeu, junto a los Cabot, Navés, Rocosa, García Cugat, Ramon Cugat y tantos otros.